Este palomar abandonado tuvo la gran suerte de llegar a las manos del decorador Gaspar Sobrino, para conventirse en su vivienda. Un espacio con alma que bien refleja la personalidad de su dueño. Se puede adivinar de Gaspar que es una persona culta, viajera y con una aguda visión por la estética, que hace que sus pertenencias convivan en perfecta armonía en un atípico triplex de 140 m2.
En la planta baja, la cocina hace de recibidor, más bien por una cuestión técnica que por el placer de recibir mientras se cocina. En esta planta se encuentra también el dormitorio que comparte espacio con el baño y el recibidor. En la segunda, su estudio, donde la inspiración no puede hacer otra cosa que fluir. Y la tercera planta la dejó para el salón. Tanta luz entra por las ventanas de este ático que las paredes de algunas estancias se pintaron en negro y otras se cubrieron de papel con estampados algo pesados. La esencia de trastero queda latente en la puertas y barandilla originales, y en el suelo de pino natural fijado con clavos.
¿Qué tal vuestro fin de semana? El mío de relax y con visita obligada al mercadillo de los sábados, en el que, por supuesto, ya me hice con alguna nueva adquisición. El sábado por la tarde shopping en Como, donde descubrimos esta tienda de estilo contemporáneo, de artículos para el hogar, y después aperitivo en nuestro sitio favorito, Riva cafe.
Feliz lunes.
This forgotten haystack been lucky to get into the hands of the spanish decorator Gaspar Sobrino, to become his home. A space with soul that reflects the personality of its owner. We can guess that Gaspar is an educated person, a traveler and has a keen eye for aesthetics, which makes their belongings coexist in perfect harmony in an unusual triplex of 140 m2.
In downstairs floor, the kitchen is also the entrance, rather for a technical question than for the pleasure of receiving while cooking. On this floor is also the bedroom that shares space with the bathroom and the closet. In the second floor, his studio, where inspiration only can flow. And in the third floor is the livingroom. Much light coming through the windows of the attic that walls of some rooms were painted in black and others covered by wall paper of some heavy prints. The essence of attic is latent in the original doors and railing, and in the natural pine floor fixed with nails.
How was your weekend? In the Saturday market I got a new acquisition. A beautiful tricolor glass bowl. The Saturday afternoon we went to do shopping in Como, where we discovered this wonderful shop of contemporary items for the home, and then appetizer in our favorite place Riva Cafe.
Have a happy Monday.
Photography Manolo Yllera, scanned by me - Interiors: Gaspar Sobrino
I really LOVE the two sofas of the first pics!!!
ReplyDeleteSo beautiful! Love the first colorful fabric and of course the gorgeous velvet ♥
No me puedo creer q eso fuera un palomar....es la leche! El papel de las paredes y ese sofá floreado.....
ReplyDeleteMenuda personalidad tiene esta vivienda! Es una auténtica pasada!
ReplyDeletehttp://cursosdisenoydecoracion.blogspot.com
Oh my, this is such a creative space! this makes the colorful half of me sing and smile!
ReplyDeleteYour weekend sounds very productive, good to read!!
Have a good week sweet!
I'm loving that last shot. The room looks so interesting from that angle. As much as I like many of the elements here taken individually, as a whole this is a bit too cluttered for my taste.
ReplyDeleteWow! Parece mentira lo que cuentan de él las paredes y objetos de esta casa... Yo sería incapaz de vivir en ella, pero me parece que el buen gusto es indiscutible.
ReplyDeleteBrutal la entrada anterior, no me deja comentarla :(
(Vas monísima en esas dos fotos ;)
Besazo